miércoles, 16 de diciembre de 2009

Acerca de mi libro Veranos turbulentos

Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
Educación
Escuelas Lectoras
Semana de la Lectura en Adultos

Taller de lectura y escritura en el CENS Nº 57
El vienes 5, veintisiete alumnos de 3.er año y la profesora y la directora del CENS N.º 57 participaron de un taller de lectura y escritura basado en textos de la escritora Mireya Keller, coordinado por Ana Silva. Para preparar la lectura, hubo reproducciones de cuadros de Van Gogh llenos de soles desaforados. Al final, a partir del cuento «Los hombres no lloran», llegó la producción escrita, que consistió en desafiar las reglas de género que el cuento también expone. Hubo distintos tipos de textos: cartas, anécdotas, publicidades, telegramas y leyes, entre otros.
Entrega de 5000 libros para todas las instituciones del Área de Educación del Adulto y del Adolescente
El día 3 de junio, en la Biblioteca del Docente (Entre Ríos 1349), en el marco de la Semana de la Lectura, el programa Escuelas Lectoras de la Dirección de Recursos Pedagógicos del Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad entregó 5000 libros para las instituciones de Primaria de Adultos, Centros Educativos de Nivel Primario y CENS. También hubo dotación de libros para las Bibliotecas e instituciones educativas que funcionan en los cinco Institutos de Menores.
Este libro, Veranos turbulentos, como lo anunciaba desde su título, está provocándome increíbles turbulencias, ya que asisto admirada a su continuo trayecto de expansión, tal vez lento pero sin duda firme. Y la verdad, no hay nada más importante para quien escribe, que se lo lea. Solo un cículo mínimo de privilegiados tiene esa concesión y somos tantos los que estamos a la espera de un mayor número de lectores, buenos o malos, interesados o despreciativos, no importa, pero lectores al fin, que esta posibilidad de entrar con la palabra propia dentro de un colegio, es decir, entre alumnos quizás hasta vírgenes de libros, es una oportunidad única de participar en forma directa en la ampliación de mundo que significa la lectura en sí misma.
Como decía, asisto admirada, y también agradecida, a este nuevo fenómeno.
El cuento Los hombres no lloran también ha tenido lo suyo en este periplo de lecturas en los secundarios de adultos. A pesar de no formar parte de los cuentos de Veranos turbulentos ha producido sus propias turbulencias entre los alumnos donde se lo ha propuesto como lectura. Pertenece a mi primer libro, publicado en Chile y gracias a un premio literario, El sol tenía escote en V. Se los presento:
Los hombres no lloran

Habíamos ido con mi papá al fútbol otras veces, siempre los dos solos. Me gustaban mucho esos domingos. No tanto por el fútbol, porque es más divertido jugarlo con los amigos de la cuadra, medio a escondidas de mi mamá que cree que estoy en casa estudiando, aunque después llegue transpirado, con los pantalones sucios o las rodillas rotas y me mire de reojo para no tener que decir nada, con ese aire medio dulce y medio alegre que me gusta tanto. Eso es mejor que estar aquí, sin poder moverme mucho porque molesto al señor del lado, que no tiene el aire medio dulce de mi mamá. Pasan los maníes, después los chocolates y mi papá siempre compra algo. Pasan los helados, sobre todo los helados. Esto también me gusta de los domingos, pero más que nada me gustan porque papá es sólo mío, aunque sea en los domingos.
Hoy es diferente. La trajo. Se acerca y me toca la cabeza. Un escalofrío que no sé de dónde viene porque no estoy enfermo y el sol casi quema, sube y baja por mi espalda y la piel como de gallina, igual que cuando tengo fiebre y quiero ver la cara medio dulce y medio alegre de mi mamá al lado. Quiere besarme pero no la dejo. Sólo mi mamá me da besos, ella no vino, porque no le gusta el fútbol. Debe ser por eso que mi papá hoy trajo a esa mujer. Este domingo no me gusta, ni siquiera cuando quieren comprarme helados. Me encantan y aunque mi mamá casi nunca compra porque dice que después no como la comida, ahora digo que no, no quiero.
Mi papá hoy está raro. Mira a la mujer como en la tele. Igual que en los programas que a veces veo con mi mamá, sólo por estar cerca de ella, porque me gusta su cara aunque esté medio triste, medio dulce. No sé por qué las mamás ven programas que las hacen llorar. En cambio yo soy hombre y los hombres no lloran, siempre dice mi papá eso. Y yo lo miro firme en los ojos y no lloro. Por eso no soy como mi mamá, prefiero ver cosas divertidas en la tele. Me gustan esas películas viejas donde todos corren y alguien tira cosas a la cara de otro, casi siempre tortas llenas de crema blanca, no me gusta la crema blanca, pero sí cuando viene uno y lo persiguen y se cae y todos ríen y termina bien, porque me gusta que las cosas terminen bien. Hoy estoy medio enojado con mi papá. Se olvidó que los domingos son sólo de los dos. Pasan otra vez los helados, el escalofrío sigue subiendo y bajando por mi espalda, mi programa favorito también, sube y baja, justo frente a mí, donde se paró el señor de los helados, pido dos, por qué dos, pregunta mi papá, es el calor, digo, el sol quema. Quiero uno de crema y otro de chocolate. Sujeto bien el de chocolate, que es el que más me gusta, y con todas mis fuerzas y ahora muy enojado se lo tiro a mi papá, en el medio de la cara, y el otro de crema se lo lanzo a la mujer. En las películas viejas que me gustan todos se ríen. No tenía la torta pero creo que igual sirven los helados. Mi papá no se ríe. Corro. Huyo, entre miles de piernas, zapatos, zapatillas y algunos pocos tacos altos. Estoy escondido bajo un banco de cemento y no abro la boca, porque los hombres no lloran. Tengo sed. Estoy sucio, transpirando, por no es por el fútbol y esta vez no está mi mamá con esa mirada medio dulce. Sólo veo zapatos, zapatillas y algunos tacos altos. Pórtate bien, no hagas rabiar a tu papá, escucho que dice mi mamá lejos. Hace calor aún bajo el banco duro, pero el escalofrío sube y baja por mi espalda. Los hombres no lloran. No hagas rabiar a tu papá.
Sigo bajo la sombra del banco. El escalofrío sube y baja. La piel de gallina. Parece cosa de enfermos. El sol quema y la mirada medio triste de mi mamá. No, dice, no hay bancos de cemento. Ni zapatos ni zapatillas. Tampoco tacos altos. No hay sol, pero quema. Mi mamá dice que debe ser la fiebre, que hoy no es domingo, no hay fútbol. Que papá no está, no viene ni siquiera los domingos. Los hombres no lloran pero mi mamá sí. Ahora medio dulce y muy triste. No hay sol y quema. El escalofrío sube y baja.

Del libro El sol tenía escote en V
Autora: Mireya Keller

lunes, 23 de noviembre de 2009

¡Y siguen las satisfacciones!


Diario de la Ciudad de Buenos Aires
EDICION DIGITAL
GENTE-BA

Escuelas para adultos recibieron libros de literatura para sus bibliotecas

El Programa Escuelas Lectoras del Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad entregó 2000 libros para los Centros Educativos de Nivel Primario y las Instituciones de Educación Primaria para el adulto y el adolescente dependientes de la Dirección de Educación del Adulto y del Adolescente. En el acto, la escritora Mireya Keller ofreció una entrevista pública en torno a su biografía lectora, a su obra, y a la formación de nuevos lectores.La entrega se enmarcó en el proyecto de Fortalecimiento de Bibliotecas que el Programa Escuelas Lectoras implementa en el Area de Adultos e incluyó títulos tales como La luna donde está de Didi Grau; El tercer conjuro de Carlos Schlaen; Doce cuentos peregrinos de Gabriel García Márquez; En las nubes de Ian McEwan; Parecidos de Juan Sasturain; y Veranos turbulentos de Mireya Keller entre otros.
Ministerio de Educación - GCBA
19 de Octubre de 2009
Encuentro y entrega de libros

El miércoles 14 de octubre a las 15,30 horas, en el teatro Carlos Carella y gracias a la gentileza de Federación Empleados de Comercio, se realizó la entrega de libros para las bibliotecas de PAEBYT Y CENTROS EDUCATIVOS.
La convocatoria contó con la presencia de la Directora del Área del Adulto y del Adolescente, licenciada María del Carmen Toro, que habló sobre la importancia del libro y el ejercicio de libertad que implica leer. También estuvo presente la profesora Fátima Cabrera, Coordinadora del Programa de Alfabetización, Educación Básica y Trabajo (PAEBYT), sus docentes y los docentes de los Centros Educativos.
Además, la entrega contó con la presencia de la escritora Mireya Keller, autora de Veranos turbulentos, libro de cuentos que integró la dotación. La autora mantuvo una entrevista con autoridades y docentes. En el transcurso de la misma, la lectura y las diversas estrategias de la escritura fueron el eje de una charla distendida, amena y profunda. Otro de los temas abordados fue el de los límites entre realidad y ficción y las posibilidades de ficcionalizar lo real.
Fue una verdadera tarde de lecturas y de música. Dos compañeros del Programa Ciudad Amiga interpretaron bellos temas de nuestro folfkore y de la música brasilera. También hubo narraciones, un cuento de Mireya Keller: Los hombres no lloran y El globo azul.
Para finalizar se entregaron los libros a las instituciones en el hall del teatro y la escritora invitada firmó ejemplares y continuó conversando con los docentes.
Prof. Ana Emilia Silva
Programa Escuelas Lectoras
Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires

¡Y los libros siguen dando satisfacciones!




Visita CENS 32
Octubre, 2009

Caminar por la costanera del riachuelo, creer que los barcos pintados por Quinquela Martín aun deambulan como extraños fantasmas entre la bruma colorida y maloliente, y luego entrar en ese recinto, la escuela, pintada de esos colores bellos y estridentes tan propios de la Boca, para luego sentarse en el medio del semicírculo en el que los alumnos esperan ansiosos hacer preguntas, porque ya leyeron y entendieron lo que uno quiso decir, porque las profesoras del programa de Escuelas Lectoras ya hicieron su gran labor de talleristas con esos mismos textos, porque los profesores de letras y el propio director de la escuela fueron receptivos ante ese encuentro, y no solo receptivos, nos agasajaron ampliamente al término de él.
Estas visitas a los secundarios de adultos llenan el alma de un calorcito especial, y sobre todo, llenan el alma de agradecimiento, al ver y sentir los rostros fatigados por el trabajo, la noche que acecha, los múltiples problemas que esperan en cada casa, las madres con sus bebés a cuesta, y aun así, las ganas de aprender, de estudiar, de leer. Es un raro privilegio participar y vivenciar de cerca este valioso trabajo, y sobre todo, vivenciar el efecto inmediato de esta relación tan estrecha entre el libro, el escritor y ese alumno que tan pocas veces tiene la ocasión de este acercamiento.
Mireya Keller


Visita CENS 32 de la Boca

El 19 de octubre, a las 18,30, la escritora Mireya Keller visitó el CENS 32 de La Boca para ser entrevistada por los alumnos y docentes del CENS.
El patio de la escuela reunió a casi todo el alumnado, docentes y autoridades. Más de 120 personas conversaron con la autora, quien generosamente respondió a todas las preguntas. El encuentro se realizó en un clima distendido y entusiasta. El interés por la obra de la autora, sus estrategias de escritura, los procesos de gestación de un texto, sus lecturas y viajes generaron un encuentro profundo y a la vez cálido. Todos los que tenían algo para preguntar, lo hicieron y nadie se quedó sin su respuesta.
Entre pregunta y pregunta, personajes, temas, vivencias, anécdotas, las 21 horas sorprendieron a todos. Hubo aplausos, firma de cuadernillos y el deseo de leer más textos de Mireya para discutir, pensar y emocionarse.
Prof. Ana Emilia Silva
Programa Escuelas Lectoras
Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires

martes, 20 de octubre de 2009

¡Cómo se nos fue Mercedes!

Octubre se nos tiñó de negro, de luto, de tristeza. Cuando en el país, y también en el mundo, ocurren tan pocas cosas memorables, la muerte silenciosa vino una vez más a traicionarnos, llevándose a alguien querido y admirado, ahondándonos aun más el sentimiento de precariedad, de entorno mediocre, de ausencia de compromisos. Es cierto, Mercedes Sosa no es solo un sentimiento mío, pertenece a toda América, y más allá de América, pero su ausencia la vivo con tan profundo dolor como si esa pérdida fuese de verdad solo mía. Tal vez porque su muerte me habla de demasiadas cosas perdidas. Los valores que representa Mercedes se han ido diluyendo hasta parecer una quimera, se han vuelto inalcanzables. Su voz, que resonaba en casi todos los confines del mundo, esa voz que podía ser fuerte y dulce, aguerrida o lastimera, o juguetona, o estremecedora, pero siempre comprometida, la vamos a volver a escuchar, seguro, una y mil veces, pero ese camino que ella transitó ya no lo volveremos a cruzar, aunque hagamos la vista atrás. Caminante no hay caminos, se hace camino al andar. Y Mercedes hizo el suyo, con las alegrías y los dolores que debe haber significado ese andar por los países nuestros tan lacerados de muerte y lucha, de sueños y tristezas. Ese camino que atravesó nuestras vidas y dejó su huella indeleble. Gracias, Mercedes, por todo. Lo nuestro es la literatura, lo tuyo es el canto donde cabe la poesía, la renovación, el atrevimiento, la ideología. Cantaste tantas veces Gracias a la vida, como nadie, en un verdadero ritual, uniendo la poesía dolorosa de Violeta Parra con tu decir hondo y aterciopelado, uniendo Chile y Argentina en ese corazón grande como el mundo que tenías. Cantaste uniendo letras de cualquier lugar del mundo, que en tu voz se hacían diferentes, imperdibles. Por todo, Gracias. Y Gracias a la vida que a pesar de lo que nos quita, nos ha dado tanto.

jueves, 1 de octubre de 2009

Ah, los libros también dan satisfacciones




Es cierto, a pesar del pedregroso camino que recorren, a veces los libros dan satisfacciones insospechadas. Esto es lo que me ocurrió en el encuentro que tuve con los alumnos del Secundario de adultos número 55 al que me invitaron desde el Programa de Escuelas Lectoras, perteneciente al Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires. Es un programa realmente maravilloso, ya que reune al escritor con su inmediato lector y tiene la propiedad casi mágica de una devolución inmediata.
Fotos de ese evento y referencias a propósito del mismo.


Encuentro en el Centro de Educación de Adultos 55
Programa Escuelas Lectoras
Ministerio de Educación
Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Coordinadoras:
Profesoras Ana Emilia Silva y Noelia Lynch

La tarde – noche fría y lluviosa del 22 de septiembre no auguraba demasiado. Siempre uno teme la asistencia, el tipo de preguntas, la gente con la que se va a encontrar. Pero contrario a los malos presagios, resultó excelente. La directora del Centro, Licenciada Gloria Moreno, con su organización y calidez, fue un puntal indispensable para que el encuentro ocurriera de la mejor manera, plena de alumnos, profesores y autoridades. Pero además de la participación de la directora, cabe destacar la excelente labor desplegada por las profesoras Ana Emilia Silva y Noelia Lynch, que en los talleres efectuados con anterioridad a mi participación, supieron sacar de los textos presentados y de los propios alumnos de Primer, Segundo y Tercer año allí reunidos, las más imprevistas y profundas resonancias. De ese trabajo previo depende en gran medida el buen éxito de este programa. Luego el encuentro entre alumnos y escritor se da de una manera fácil y muchas veces conmovedora. Es lo que sentí esa tarde-noche fría que la concurrencia la hizo tan cálida, sentí conmoción ante la comunión y el hondo interés de los alumnos.
Agradezco al programa y a todos los que intervienen en su realización por esta oportunidad de estrechar lazos entre los libros, los lectores y el autor.

Mireya Keller
Septiembre, 2009

La escritora Mireya Keller y los alumnos del CENS 55
El 22 de septiembre, a las 17:30 horas, a pesar del viento y el cielo nublado, nadie faltó a la cita. Más de 140 personas, entre alumnos, docentes y autoridades, reunidas en un aula, entrevistaron a la escritora Mireya Keller, encuentro propiciado desde el Programa Escuelas Lectoras. Las preguntas fueron surgiendo sin dificultad y tanto alumnos como docentes se interesaron desde su rol de lectores sobre los avances y retrocesos en la construcción de un texto, interrogantes que la escritora contestó con lujo de detalles y los disparadores de su escritura fueron develándose. Vida y lecturas aparecieron como poderosos motivadores. Mireya recordó sus primeros acercamientos al mundo de la literatura, lecturas y relatos de la infancia, la imagen de su abuela y sus ancestros rusos, su pasión por la literatura de ese país; la influencia de Dostoievski, sus climas, la interioridad de los personajes. Otros nombres: Borges, Cortázar, el primer Vargas Llosa, Rulfo, Virginia Woolf abrieron diversas posibilidades a su escritura.
Uno de los temas más recurrentes: el vínculo entre vida y ficción y los indefinibles límites que las separan.
Una tras otra las preguntas se desgranaron pero, además los alumnos comentaron la emoción que habían sentido con la lectura de los cuentos. La voz que narra y la fuerza confidencial de la primera persona fue uno de los aspectos que más los habían conmovido.
Preguntaron sobre la inserción del escritor en el mercado editorial, secretos para escribir, relación entre pintura y palabra. Así, sin tregua, pasaron más de dos horas. Dos horas de intercambio intenso. Un gran aplauso despidió a Mireya. Muchos alumnos le acercaron el cuadernillo con los cuentos, querían unas palabras, un recuerdo. La acreditación del encuentro para contarlo, para compartirlo.
Profesora Ana Emilia Silva
Programa Escuelas Lectoras
Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires





martes, 11 de agosto de 2009

Ah, los libros y sus lectores


Qué extraña relación tenemos con los libros. Los amamos o los odiamos. Por ejemplo, es muy difícil mi relación con los autores contemporáneos. Después de muchos intentos fallidos con la lectura de libros “nuevos” y algunos muy premiados, que no me han deparado satisfacciones, es imposible no recordar - una vez más - al sabio Borges, cuando decía que él siempre volvía a los clásicos. Destacando las abismales diferencias que separan a una simple mortal como quien escribe, cuya opinión no tiene la menor importancia, con las afirmaciones tan elevadas y pertinentes de Borges, cada vez que leo a los contemporáneos siento el enorme placer y gratitud de que existan los clásicos. Para muestra, un pequeño ejemplo, en el propio país de Cervantes. Cómo se puede leer el Hombre sentimental, de Javier Marías, después de la vigencia prácticamente eterna del Quijote. Es cierto que es uno de sus primeros libros publicados, pero Marías, que es todo un nombre en la España de hoy, no puede escribir un libro tan aburrido y sin la menor gracia: ninguna frase para recordar, ni paisaje, ni personaje. Y una trama que ni siquiera alcanza la verosimilitud que tiene que tener la ficción. Sé que es un autor “famoso”, profesor de literatura, hijo de un padre importante, etcétera, y hay gente, e incluso amigos y colegas, que lo aprecian mucho, pero en todo caso, yo, y vuelvo a insistir, “yo” es una subjetividad que no tiene la menor trascendencia pero que como cualquier otro “yo” tiene al menos el derecho a expresarse con libertad, bueno, mi “yo” no encontró ningún estímulo especial para seguir leyendo este Hombre sentimental, cosa que igual hice, lo terminé, tal vez por inercia, tal vez porque difícilmente no termino un libro, aunque no me guste. Lo mismo me sucedió con otro escritor español también muy afamado, Javier Cercas y su éxito: Los soldados de Salamina. Increíble, el mismo Cercas, travestido de su personaje principal, en varias ocasiones a lo largo de la ¿novela? se queja de su poca o nula imaginación, cosa con la cual no nos queda otro remedio que concordar, absolutamente. Esta seudonovela, podría ser, a lo sumo, un buen trabajo periodístico. Aunque aun en ese sentido, lo mejor del libro es la entrevista a Bolaños, el desaparecido escritor chileno, que se destacó por sus respuestas raras o inteligentes, y le da un poco más de sabor a una historia muy poco interesante. Por suerte para el señor Cercas, también para el señor Marías, las opiniones de mi “yo” no coinciden con el de la mayoría, puesto que sus libros son un éxito. Además, seguro que a Cercas lo tienen sin cuidado mis opiniones, que ni las conoce, por supuesto, así como las clasificaciones, como lo deja claro en una entrevista sobre su libro más reciente - el que no he leído - Anatomía de un instante. Ante una consulta del periodista que lo está entrevistando: “¿Anatomía de un instante es un “ensayo novelado” o una “novela verídica”?”, Cercas le responde que éste “es un libro raro, que no sé a qué género pertenece, ni me importa”. En verdad, a mí tampoco me interesa a qué genero pueda pertenecer un libro, los límites son tan difusos y además qué importa, si el libro está bien escrito, en el sentido de la belleza del lenguaje, no de la gramática, por supuesto, o si es interesante, o si los personajes presentan facetas, honduras, dudas, interpretaciones, en fin, algo que haga destacar ese libro de un mero comentario periodístico. Qué otra cosa es - ya que antes hablábamos de Cervantes - el Quijote, sino una mezcla de géneros: cuentos dentro de la novela, poesía dentro de la novela, parodia, grotesco, novela de caballería, novela de amor, pero claro, escrito de tal manera que aun hoy, después de cinco siglos, sigue teniendo encanto y vigencia.
Por suerte, al mismo tiempo que leía desganadamente a estos autores tan afamados, estaba leyendo Conversación en la Catedral, de Vargas Llosa, que después de tantos años perdido en el desorden de mi biblioteca, lo volví a encontrar. Fue una verdadera revelación, como si estuviera leyendo a otro autor, por supuesto que no al Vargas Llosa de sus últimos libros, olvidable por completo, sino a un autor enorme, que construyó ese libro como una verdadera “catedral”, y que como el vino, con los años se volvió mejor y más actual. A través de esos dos “conversadores” incansables que son Ambrosio y Zavalita, ahondando en cada uno de ellos y abriendo el abanico a otros personajes con los que se relacionan, Vargas Llosa va conformando un mosaico hermoso y terrible de la política y la sociedad de esa época, que no solo refleja al Perú donde transcurre la novela, sino a toda América Latina. Después de mis últimas incursiones modernas, me parecía increíble que un autor (que no sea Cervantes, por supuesto) lograra mantener a través de casi setecientas páginas (más del triple que el Hombre sentimental, por ejemplo, o más del doble que Soldados de Salamina) un permanente interés, una codicia por no perderse ninguna página, ningún acontecimiento, y que al mismo tiempo siguiera manteniendo un lenguaje impecable y una construcción formal de ese lenguaje tan difícil de mantener durante todo el trayecto del libro. Supongo que Conversación en la Catedral ya entró en la categoría de los clásicos.
¿Cómo es la relación de ustedes con los libros?

[U1]

sábado, 11 de julio de 2009

Reencuentro




Los mascarones de Pablo Neruda, Isla Negra y el mar visto desde su tumba, que es como una proa de un barco mirando el horizonte infinito que se pierde entre las olas.






Museo de Gabriela Mistral, Vicuña y al lado, la única callecita de Montegrande, perdiéndose entre las montañas que caen como cuchillos afilados sobre el Valle del Elqui.
Inscripción en la tumba de Gabriela, en lo alto de unos de esos cerros que miran hacia el valle.











[




Busto de Gabriela en el Museo de Vicuña, Valle del Elqui.

La tecnología, y sobre todo, la memoria, me jugaron una mala pasada, por lo que no podía acceder a mi propio blog. Ahora, sorteando esos espinosos caminos, (para quien no tiene el control sobre este mundo cibernético que a veces puede tornarse cruel) conseguí por fin entrar para actualizarlo. Así que digamos que después de tanto tiempo, es como si fuera la primera vez, y la primera vez siempre es una experiencia insólita pero también angustiante. Por lo que hoy seré breve, solo para volver a acostumbrarme, y en todo caso a los que me lean, los invito a asomarse y visitar y recorrer nuestro remozado sitio: http://www.piso-12.com.ar/ que puede depararles lindas sorpresas. Nuestra última incursión como "escribidoras" de Piso 12 fue en mayo, con la participación en el V Encuentro de Narrativa, en un pueblito encantador de la provincia de Córdoba: Bialet Massé, hasta ese momento por completo desconocido para mí. Fue una hermosa experiencia, por el lugar, por los otros "escribidores" con los que compartimos, por nuestros libros abriéndose camino entre los libros de ellos, la avidez de la gente por escuchar y conocer distintas narrativas. Fotos de ese evento pueden encontrarlas en http://www.piso-12.com.ar/ en la parte de actividades.
También en actividades hay una reseña del DVD que editamos con Piso 12, un feliz entrecruce de la literatura, el diseño gráfico y las artes plásticas: 12 escritores y once diseñistas y animadores trabajando en conjunto. Pueden ver un microcuento mío, La niña, que subimos en youtube: http://www.youtube.com/watch?v=p62M3ErEe1E&feature=related
Aprovecho de contarles una experiencia muy enriquecedora del último verano. Estaba terminando una nueva novela en la que hablo de Gabriela Mistral y tenía una enorme necesidad de recorrer los lugares donde nació, vivió y en donde ahora está también su tumba: El valle del Elqui, lugar misterioso y extraño, enclavado entre montañas. Visitamos Vicuña, el lugar donde nació, y mi mayor curiosidad era conocer Montegrande, ese pueblito increíble y pequeño en el que Gabriela vivió sus primeros años y el que eligió para su tumba. Luego salimos de esas montañas que caían a pique sobre nosotros y nos fuimos hasta el mar, a conocer otra morada de poeta y otra tumba, la de Pablo Neruda en Isla Negra. Dos grandes de nuestra literatura que eligieron vivir y morir de modo tan diferente.
Bueno ahora sí, los dejo y espero visitas y opiniones. Hasta pronto (espero).




Mireya Keller