jueves, 26 de abril de 2007

Hola, estoy de vuelta.
¡Ya estamos a fines de abril! El tiempo vuela, pero ya no como siempre, ahora es en velocidad de trasbordador, cohete, en fin, alguno de esos artefactos que tienen una velocidad más allá de lo imaginable. Ni yo puedo creer cuántos meses pasaron desde que volví de las vacaciones. Tendré que amigarme de nuevo con mi blog. Y contarles que realmente pasaron muchas cosas, como a todos. Ya les había dicho que me iba en vacaciones aventureras. Era cierto. Por suerte salió todo bien pero tuve miedo. Anduve por la carretera austral de Chile. Con miedo y todo, disfruté de esos parajes silenciosos, fríos y bellos. La naturaleza ahí se desborda. Es como que el fin del mapa, el fin de la tierra, concentrara todo en un pequeño espacio, que a la vez es inmenso. Es el fin del mundo pero es como si fuera todo el mundo. Como lo hubiera dicho, mucho mejor claro, Borges.

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