viernes, 8 de junio de 2007


Este lugar enigmático es Caleta Gonzalo. Un puntito en uno de los muchos fiordos del sur, sur de Chile. Ahí no hay nada más que una apabullante naturaleza: mar tranquilo, apenas un brazo del bravo mar del sur, cerros con una exhuberante vegetación, una verdadera selva, y a lo lejos, la cordillera nevada. Esta es la entrada a Pumalin, la famosa reserva del gringo que compró enormes pedazos del sur. El silencio sobrecoge. El frío también. Es de una belleza innarrable. Y tampoco cabe dentro de la imagen lo que los ojos pudieron ver. Pero igual quise compartirlo con ustedes.

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