Y ahora el cuento:
LA ÚLTIMA BATALLA
- ¡Los tenemos rodeados!, gritó el policía más viejo con una voz que
sacudió hasta las hojas de los pocos árboles tras los que se ocultaban. En ese
descampado de tierra y orines era el único lugar donde pudieron parapetarse.
Miró a Juan. Temblaba. Ella en cambio estaba tranquila. Tiene veintidós
años y ha vivido demasiado rápido. Son cinco hermanos. Ella es la mayor.
No quiere la vida de la madre.
Trabajando desde la madrugada hasta el anochecer. Cansancio y sueldo mísero. El
padre desapareció hace años. Mejor. Siempre borracho y gritando. Juan es
diferente. La madre no lo soporta, dice que la llevó por mal camino. Es el
único camino si quieres salir de esta vida de mierda, le grita a la madre, con
odio.
- ¡Qué
esperan! Se nos acaba la paciencia. Otra vez el vozarrón del policía.
Ella ve que Juan tira la pistola y sale con los brazos en alto.
Noooooooooo, le grita, no te rindas, pero él se da vuelta y la mira con los
ojos más tristes que ella vio en su vida y sigue caminando hacia los autos de
policía que iluminan de azul la noche caliente. Entonces sale y toma la pistola
de Juan y dispara como alucinada. Cuando cae acribillada en esa tierra de
orines su mirada no está en paz, aún conserva el fuego y la ira.
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